Condensación de Chimenea ¿Como evitarlo?

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Ya se sabe de gran manera que las chimeneas han representado una increíble ayuda al momento de la extracción de distintos humos resultantes de procesos como la cocción. Por otra parte, estas suelen presentar algunos problemas, bien sea de forma natural, o por alguna falta gracias a la instalación de algún conducto. A continuación, te hablaremos acerca de la condensación de chimenea y te diremos cómo evitarlo.

¿Qué es la condensación?

La condensación es, básicamente, un cambio de estado de la materia que pasa de su forma de humos a líquido. Esta depende, primordialmente, de los niveles de presión y el grado de temperatura que exista en el ambiente en cuestión. Asimismo, esta se da en el momento en que un gas se enfría hasta llegar a un llamado punto de rocío. No obstante, este último también puede ser alcanzado dependiendo de los factores primordiales.

Condensación de chimenea

El proceso de la condensación en chimeneas se da porque, el humo, al desgastar la leña de la estufa se empieza a convertir en porcentajes de vapor de agua. Este último va a variar dependiendo de algunos factores como, por ejemplo, la calidad y años de secado que contenga dicha leña. Debido a esto, el tiempo recomendado en cuanto al secado de leña es de un mínimo de dos años para que la humedad alcance los valores más favorables.

Ahora bien, al ocurrir todo esto, el vapor que se mezcla con otros componentes de la combustión tiende a ascender por los tubos y si este no está aislado, se provoca una colisión de carácter térmico. Esto, en términos simples, se da por la diferencia de temperatura entre el interior de la chimenea y el exterior. 

Por último, la temperatura del humo desciende de manera considerable y su peso aumenta. Posteriormente, el vapor se termina por condensar y convertirse, otra vez, en agua.

¿Esto es normal?

Es muy probable que, al ver la coloración obscura del residuo condensado que sale por el tubo, te preguntes si es esto normal o beneficioso o no. Debemos decirte que, si bien es imposible quitar el riesgo a tener condensación, esto no es ni lo idóneo, ni lo que debería suceder comúnmente. Esta coloración se debe a que, el hollín, se mezcla con el agua residual al momento de expulsarse por el tubo.

Por otra parte, todo lo que te hemos dicho quiere decir que el montaje que se hizo de los tubos no está en perfectas condiciones. 

 Quizá el problema principal sea el hecho de poner tubos simples sin aislamiento, de una manera errónea, intentando proteger el material o simplemente la instalación de piezas en forma horizontal o con curvas excesivas. Si esto es así, el humo saldrá muy lentamente y así el vapor termina por caer en forma líquida.

Problemas de la condensación

 Aparte de que la condensación en tu chimenea te dará el problema de expulsar agua extremadamente sucia, también tendrás increíbles complicaciones con el tema de la limpieza. Asimismo, el olor que se desprende gracias a este factor no es para nada agradable y hará que las labores sean mucho más tediosas cuando tengas que realizarlas.

En cuanto al mantenimiento de los tubos de salida también presentarás faltas considerables en caso de que estos no sean de acero inoxidable, aunque, incluso así podrías tener un gasto extra. Esto se debe a que la corrosión de esta agua sucia es mucho más elevada de lo normal y reducirá de manera notable la vida útil de todo el sistema.

Ten en cuenta

Algo que debes considerar es el hecho de que, al menos durante los primeros días de uso, la chimenea puede desprender un olor extraño y/o desagradable. Esto, en un principio, no debe alarmarte ya que es algo normal debido a que debe adaptarse a los primeros procesos de encendido. Si notas que este problema ya es recurrente, deberías acudir a un experto que te ayude a solventarlo.

Es recomendable que revise la instalación, antes de darle el uso que deseas, tomes varios días como prueba para que el material sea el correcto.

Asimismo, en algunas viviendas y dependiendo de su estructura, puede haber cierta condensación debido al ya mencionado cambio de temperatura entre el exterior y el interior.

También cabe la probabilidad de que, más que condensación, tu casa tenga un problema de humedad. Esto se puede presentar debido a la rotura de alguno de los tubos causando filtración en las paredes. Si sospechas que esto está ocurriendo no debes dudar en acudir a una persona que sepa hacer la reparación correspondiente, pues al momento de llover, todo podría empeorar.

¿Cómo podemos evitar la condensación?

Si no sabes cómo solucionar el problema de la condensación en la chimenea de tu hogar, existen distintos métodos por los que puedes optar de ser esto necesario. Si tienes una estructura en la cual la extracción de humo está por fuera, puedes instalar algún tubo de doble pared.

Este tipo de tubos aumentará el rendimiento de cualquier chimenea y, además, te ayudarán con el asunto de la limpieza de materiales de residuo como el hollín.

De igual manera, puedes tomar algunas precauciones como no tapar las salidas de aire que posee tu casa. También podrías instalar extractores simples en la cocina y/o en el baño y no secar ropa en los radiadores.

La limpieza es imprescindible

Algo que tenemos que recordarte en cuanto al tema de la condensación es el asunto de la limpieza. No debes pasar por alto el hecho de hacer el mantenimiento correspondiente periódicamente para que tu estufa evite dañarse y así haga un esfuerzo mayor a medida que pierde capacidades.

Con estos dos últimos puntos puedes evitar que los materiales condensados sean más tóxicos de lo normal en caso de que ocurra algún problema inesperado. Si no sabes cómo realizar estos procesos siempre podrás acudir a algún experto para que pueda resolver este asunto de la mejor manera posible.

Esperamos que este pequeño artículo acerca de la condensación pueda ayudarte a resolver ese problema que tienes en casa. No dejes de compartirlo con tus familiares o amigos.

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